Evaluación docente

La evaluación docente ha de bifurcarse en dos direcciones: por un lado, la evaluación del aprendizaje de los alumnos (¿han aprendido lo que se esperaba de ellos?), y por otra, la evaluación de la propia actividad docente (¿he enseñado bien lo que tenía y como lo tenía que enseñar?).

Evaluación del alumnado

En esta sección voy a detallar cómo se pueden detectar los puntos fuertes y débiles de mi trabajo, es decir, aquellas cosas que han funcionado bien y aquellas que no. Explicaré también qué actividades han tenido como consecuencia buenos resultados de exámenes y buenos trabajos académicos, y qué actividades, de forma contraria, han resultado demasiado complicadas para los alumnos y cuáles han sido sus principales dificultades en el aprendizaje.

Autoevaluación

Por último, voy a realizar un análisis del propio trabajo, es decir, una autoevaluación a través de distintas reflexiones acerca de los éxitos y fracasos obtenidos como docente.

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